Videoage International January 2021

20 January 2021 V I D E O A G E La Tormenta Perfecta televisión. En octubre pasado, VideoAge había subrayado varios efectos negativos del camino elegido por la administración peronista, en el poder desde hace un año, entre ellos el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 690/20, que convirtió a la TV paga, la telefonía móvil y la provisión de Internet en ‘servicio público’. Aquel decreto enmascaró varias intenciones: en lo inmediato, congeló las tarifas ‘por tiempo indefinido’, dañando los intereses de las operadoras privadas de estos servicios en un contexto de creciente inflación a nivel nacional. La medida afectó a todas las empresas del sector, y, en especial, a Telecom Argentina (Telecom/ Grupo Clarín y a sus ofertas Cablevisión/ Fibertel, Flow, y Personal), la mexicana Claro, la estadounidense DirecTV, la española Movistar (Telefónica), además del resto de las principales compañías de TV de pago locales (Telecentro, Gigared, entre otras). Ese varapalo a los operadores privados conllevaba otra dosis de veneno gubernamental, recién desvelado semanas antes del fin de 2020: el lanzamiento de la ‘Prestación Básica Universal y Obligatoria (PBU)’ para la telefonía móvil y fija, Internet y TV por suscripción. La flamante iniciativa, debutante desde el primer día de 2021, no es otra cosa que la imposición a todas las empresas privadas de reducir notoriamente las tarifas para los sectores ‘más vulnerables’. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de esa población ya es cliente de las operadoras, el impacto económico sobre las compañías prestadoras será realmente significativo. El imperativo del gobierno obliga a los privados a ofrecer servicios de telefonía móvil a partir de 85 centavos de dólar por mes, U.S.$ 4 para Internet y descuentos de hasta 30 por ciento en TV paga. El decreto populista, además de desin- centivar notoriamente la inversión privada en áreas fundamentales de la tecnología de la información, empeora el escenario para toda la industria audiovisual. Enelterrenodelbroadcasting, lasperspectivas en 2021 son muy sombrías. Los canales de TV abierta no solo han visto seriamente afectada su producción propia por la pandemia; también sus intereses están golpeados por la cada vez más crítica situación económica y financiera del país que impactará de lleno en sus ingresos publicitarios (su fundamental medio de vida) y por las dificultades de adquisición de contenidos extranjeros generadas por la caída en picado del valor de la moneda nacional. Otro aspecto clave es el gran peligro que tiene en este contexto recesivo económico el avance del gobierno sobre la independencia informativa de los broadcasters y canales de TV paga dedicados a noticias: la inversión de pauta publicitaria oficial, clave para la subsistencia de las empresas, podría depender del “grado de apoyo a las acciones e iniciativas gubernamentales”. Otro ejemplo del accionar del gobierno nacional es Canal 9 (El Nueve), broadcaster de propiedad del poderoso empresario mexicano guatemalteco, Remigio Ángel González Gon- zález, dueño de numerosos canales en América Latina. Pese a que hay una sentencia firme a (Continued from Cover) favor del empresario de una Corte del Estado de Delaware, Carlos Lorefice Lynch, ex mano derecha en Argentina de González González, insiste en ser dueño legítimo de la estación, apalancado por un dirigente gremial cercano al gobierno argentino. Conociendo el nivel de presión del partido gobernante sobre la Justicia y su hambre por sumar medios de propaganda, no es descabellado conjeturar que la televisora pueda cambiar ‘compulsivamente’ de titular durante el año en curso. Semejante contexto también tiene en vilo a todas las productoras argentinas y a la comunidad que las involucra (talentos y técnicos). La pandemia del COVID-19 y un Gobierno muy afecto a avanzar sobre la propiedad privada han montado una ‘Tormenta Perfecta’ sobre toda la industria. También sobre todo un país. (Por Omar Mendez, Editor en Jefe of The Daily Television ) El imperativo del gobierno obliga a los privados a ofrecer servicios de telefonía móvil a partir de 85 centavos de dólar por mes, U.S.$4 para Internet y duescuento de hasta 30 por ciento en TV paga.